domingo, 27 de enero de 2019

Tabaco: cómo afecta a nuestra salud y en la práctica del deporte

Fumar es una de las adicciones que más dañan el organismo del ser humano, se debe a uno de sus componentes esenciales, la nicotina. Esta sustancia genera un alivio asintomático de la ansiedad y tiene efecto antidepresivo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), son más de cinco millones de personas las que mueren cada año por el tabaquismo. Además, estas personas viven entre 10 y 15 años menos que los no fumadores.
Esto son cifras, sí, escalofriantes, pero lo importante que deben conocer, tanto fumadores como no fumadores, son las consecuencias del tabaco en la salud.

Consecuencias del tabaco

El tabaquismo es la principal causa del cáncer de pulmón, laringe, órganos digestivos y aparato urinario, ya que afecta directamente los sistemas bronco pulmonar y cardiovascular. Provoca efectos nocivos sobre la mucosa oral, como periodontitis y gingivitis. Esto es debido al contacto que se produce entre dicha mucosa y el calor que desprende la combustión del cigarrillo.

Fumar aumenta el riesgo de sufrir bronquitis crónica y úlcera péptica. Y también es más propenso a sufrir otras dolencias, como úlceras de estómago, enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos. Destacando que el fumador es menos inmune a las infecciones que los que no fuman.
El propio fumador no es el único que puede sufrir alguna enfermedad. La Organización Mundial de la Salud afirma que los hijos de personas fumadoras tienen el 70% más de probabilidades de ser ingresados por enfermedades respiratorias. También influye en el peso de un recién nacido, cuya madre es fumadora, ya es menor. Y una cifra que debería hacer pensar, es que más del 80% de la mortalidad por tabaco es por procesos pulmonares crónicos.
tabaco

¿Cómo influye el tabaco en la práctica del deporte?

La práctica de alguna actividad física, de manera estable, regular y moderada ayuda a mejorar la salud, tanto física como psicológica, haciendo que la persona que lo practica tenga una mejor calidad de vida. Sin embargo, esta práctica combinada con el consumo de tabaco, no contrarresta los efectos negativos que esta adicción produce en el organismo, como muchos creen.
No es que se prohíba el tabaco en el deporte, pero hay que tener en cuenta que la disminución de la capacidad pulmonar en un fumador habitual se hace notar. Esto es así, porque aparece en mayor medida la sensación de fatiga, tos, pérdida del apetito o arritmias cardíacas. Tienen mayor riesgo de afecciones respiratorias y cardiovasculares. Al realizar ejercicio físico un fumador, su cuerpo necesita de una tarea extra, y es ahí donde puede sufrir alguna afección más peligrosa para salud, como daños a nivel coronario y pulmonar.

Se han hecho estudios y se ha confirmado que el tabaco también tiene perjuicios sobre los músculos. Las personas fumadoras tienden a ser más lentos a la hora de recuperarse tras realizar algún esfuerzo. Y tienen una acelerada pérdida de masa muscular por la elevación de una enzima que la degrada.
Los expertos, aparte de no recomendar el consumo de cigarros a toda la población, incluidos a los deportistas, sugieren no consumirlos tres horas antes de hacer cualquier actividad física, y tres horas después de haberla finalizado. El motivo de ello es que, aparte de que hay que estar bien hidratado, también es necesario tener una buena cantidad de oxígeno disponible para responder a la demanda de los músculos. Si se fumase en esas horas previas, se produciría una vasoconstricción sobre las arterias, que impediría la buena circulación.
Es muy difícil dejar de fumar, ya que junto con la heroína es una de las mayores adicciones. La persona tiene que estar concienciada de que lo quiere dejar y, si de verdad lo desea, todo es fuerza de voluntad y de grupos de autoayuda o fármacos.

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